Ingredientes:
1 kg. de tomates rojos maduros.
1 cebolla fresca pequeña, (la parte blanca)
1/2 kg. de azúcar
albahaca u orégano
una pizca de pimentón dulce
una pizca de pimienta negra o blanca
1 cucharadita de vinagre de módena
agua
Lavar los tomates para quitar la suciedad y restos de pesticidas.
Poner una olla con agua a hervir y cuando hierba, escaldar los tomates durante un minuto. Sacarlos del agua y pelarlos. Quitar la parte que va pegada a la rama, para no encontrarnos trozos negros en la mermelada y porque es donde se concentra en mayor cantidad de restos de pesticidas.
Una vez pelados los tomates, trocearlos o triturarlos, según nuestro gusto. Añadir el azúcar y el vinagre y dejarlo reposar 1 hora, para que el tomate suelte el agua que tiene.
Poner una cazuela honda en el fuego y agregar la mezcla y la cebolla cortada muy pequeña o triturada y cocinada aparte, sin sal. Subir el fuego a media potencia, hasta que empiece a hacer burbujitas, bajar el fuego al mínimo y dejarlo cocinar mínimo media hora, removiendo de vez en cuando y vigilando que no se queme, ni se pegue al fondo. Sabremos que la mermelada está en su punto, cuando cojamos con una cuchara, la dejemos caer con cuidado en la cazuela, y no resbale rapidamente.
Una vez transcurrido el tiempo, apartar del fuego el cazo y agregar el pimentón, la albahaca u orégano y la pimienta. Lo removemos y lo dejamos enfriar en el mismo cazo. Una vez enfriado, pasar la mermelada a un tarro de cristal, (mejor cristal que plástico, pues así no coge sabores).
Y ya tenemos una estupenda mermelada de tomate, para acompañar platos dulces y salados, hacer canapés, aperitivos, tostadas, etc.
Comentarios y consejos:
Esta mermelada se puede hacer con tomates rojos o verdes, según nuestros gustos.
Se puede sustituir la cebolla, por puerro, (tanto la cebolla tierna, como el puerro, solo la parte blanca, que no es tan fuerte de sabor).
El vinagre de módena, le da un punto muy bueno, si no nos gusta este vinagre o no tenemos, le podemos poner vinagre normal, blanco o negro o vinagre de manzana, (pero muy poco, solo una cucharadita pequeña).
El azúcar puede ser moreno o de caña.
Se le puede dar un punto picante, sustituyendo el pimentón dulce, por picante, o poner una guindilla pequeña sin pepitas, que es lo que más pica.
La albahaca, en invierno es difícil de conseguir fresca, pero se puede poner seca, igual que el orégano. No poner demasiadas hierbas, para no tapar el sabor del conjunto.
Esta mermelada es muy buena y suave y puede dar un punto exquisito y original a platos, entrantes y aperitivos navideños.
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