Ingredientes:
400 gr. de arroz redondo
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 remolacha pequeña cocida
perejil seco
1 brick de nata para cocinar
1 l. de caldo de pollo
1 vaso de los de cortado de vino blanco
aceite de oliva virgen extra
sal
Preparación:
Cortar a dados pequeños la cebolla y trinchar el ajo muy pequeño.
En una sartén con 3 cucharadas de aceite, sofreír a fuego muy bajo, la cebolla y el ajo, vigilando y de que no se queme, ni tome color, ( debe quedar transparente). Para que no se queme, ni tome color, dejamos la cebolla y el ajo 1 minuto removiéndolo para que se empape del aceite y después le añadimos unas 6 cucharadas de caldo de pollo, para que se poche y no se dore.
Cuando este casi cocinada la cebolla y el ajo, añadir sal, el perejil seco y el vaso de vino. Dejarlo a fuego bajo para que se evapore el alcohol.
Por otro lado ponemos el caldo de pollo en una cacerola, le añadiremos la remolacha troceada y lo ponemos a hervir, hasta que el caldo se tiña de rojo.
Añadimos el arroz, al sofrito, lo mezclamos, lo removemos bien, para que que todo quede homogéneo y el arroz se empape de todos los sabores.
Añadimos el caldo de pollo rojo al arroz, ( ** el doble de caldo, que de arroz y una mitad más), de manera que quede cubierto, lo volvemos a remover para que suelte el almidón, subimos el fuego hasta que se vea que hierve y entonces bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos que se vaya haciendo despacio y destapado por espacio de 18-20 minutos.
Lo vamos removiendo de vez en cuando, para que no se pegue y para que el resultado final sea un arroz cremoso gracias al almidón que va soltando.
Cuando al arroz le falten unos 2-3 minutos, añadir 1/2 brick de nata, removerlo y dejarlo hasta el final dela cocción.
Vino recomendado:
Un rosado tipo Cresta Rosa del Empordá, Cataluña, o un Gran Feudo Rosado de Navarra.
Servir entre 6-8 grados.
Consejos y comentarios:
La remolacha, si la hacemos hervir y no la incorporamos al arroz, solo da color y practicamente no se nota el sabor.
El caldo de pollo puede ser natural, de brick y como última instancia de pastilla, aunque aconsejo no utilizarla si no es necesario, pues el arroz queda mucho más bueno con el caldo natural y en su defecto con uno bueno de tetra brick.
El arroz debe removerse, porque suelte todo el almidón, este hace que el arroz quede cremoso, pero sin que quede pegado.
Según el tipo de arroz, es posible que necesite un poco más de caldo, lo podemos añadir con mesura, en muy poca cantidad si vemos que lo necesita.
Este arroz no es un risotto, es un arroz meloso, por lo tanto el agua se pone toda desde el principio.
** Para acertar con la medida de caldo, podemos poner el arroz en un recipiente, (una jarra por ejemplo) y poner el doble de líquido, que de arroz, más la mitad de una jarra de más. Esta mitad más de líquido, hará que el arroz quede meloso y no quede seco.
Cuando hacemos un arroz, ( el que sea), es importante subir el fuego después de haber añadido el caldo para que empiece a hervir pronto y cuando veamos que hierve bajarlo al mínimo y dejarlo todo el rato sin variar la intensidad del fuego.
Remover o no remover el arroz, es una cuestión muy personal, a mi particularmente me gustan los arroces melosos y nada secos, pero todo es cuestión de gustos.
Otro tema es el tapar o no tapar el arroz cuando reposa, (por ejemplo en las paellas). Yo nunca tapo el arroz. Es verdad que algunos arroces necesitan unos minutos de reposo, pero a mi taparlos no me gusta nada, pues con el vapor que desprende el arroz, este puede llegar a quedar demasiado hecho y hay que tener en cuenta, que si dejamos reposar el arroz los 5 minutos de rigor, hay que hacerlo un poco menos, para que no se pase el punto de cocción.
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